Crítica

                                                      COMENTARIOS CRÍTICOS SOBRE LA OBRA DE MIGUEL MUÑOZ MARTINEZ

Al mirar la obra de MIGUEL MUÑOZ MARTINEZ, este pintor latinoamericano contemporáneo se encuentra la proyección de una personalidad que quiere hacer del arte instrumento de redención para el hombre, para la mujer, para los niños. Desde otro Angulo de observación, puede palparse la fuerza expresiva de su conocimiento de la materia. Su enfoque moderno y audaz conque aprisiona cada trazo de su pincel y la inspiración que le produce el apasionado matiz de los colores, lo ha llevado a amar un material inmortal el espíritu, lo anterior significa que el trabajo y la obra de Miguel Muñoz se identifican con el contexto social que le circunda, la trayectoria histórica y la iconografía abstracta para la cual hay que tener ojos avizores si queremos descifrar con acierto el buen mensaje que esconde. Se trata de un trabajo que ha superado diversas etapas hasta desembocar en su actual interpretación por una visión contemporánea de la realidad, del hombre, del dolor, del sufrimiento, de Dios Sin ser literalista sus obras recientes son el fruto de una investigación propia, sostenida desde las fuentes en que ha bebido, de las escuelas que ha trabajado recibiendo gratas influencias. Pero lo interesante de esta semblanza es cuando logra crear imágenes que a la postre se conviertan en arte visual, para que el que mira, logre forjar una imagen tutelar que le ayuden a entender el mundo en que vivimos, porque somos así y para donde vamos. Desde el renacimiento en Europa y pasando por las distantes etapas sepultadas ahora en las arenas de la historia humana hasta llegar a la postmodernidad, la pintura ha enfocado temas que de alguna manera aluden a esa herencia espiritual. En el pensamiento hecho pintura de Miguel, se sintetiza un aprendizaje del arte que de hecho corresponde a aquella extraña intuición o inspiración que acompaña al poeta o al pintor, su intención es muy singular, pues se fundamenta en la idea de hacer que el hombre se pregunte por el propósito magno de esta existencia, para no olvidar que momento a momento la vida se nos escapa como el agua entre los dedos. Hay que advertir que el colorido vibrante que se observa en todas sus obras, son el resultado de una búsqueda, de una indagación, por hallar la forma de cómo vivir y morir dichosamente. Solo en esta forma de hacer arte hay significado, hay belleza, hay valentía, pues predica de este universo y de Dios y del cual Albert Einstein dijo en una ocasión: DIOS no juega a los dados. La síntesis de su arte nos trae la familiaridad clásica de un vocabulario estético, de un colorido que se enriquece con transparencias, texturas y sólidos perfiles que incluyen los más insólitos recursos que solo pude ofrecer la pintura, el acrílico, y el dibujo en sus diversas técnicas. La obra de Miguel Muñoz se caracteriza por la universalidad, frescura, espontaneidad, y libertad, características únicas del expresionismo abstracto fusionado al surrealismo mágico y al figurativismo modernista, que durante más de cuarenta años ha mostrado a través de su gran expresión plástica. La fortaleza cromática de su obra contrasta con los trazos libres y espontáneos llenos de vitalidad, movimiento, transformando sensaciones de angustia, tristeza, dolor, sufrimiento y desencanto, en paz, armonía, alegría y amor. Para este artista, el objetivo máximo de su trabajo, es mostrarle al espectador que la vida es la máxima oportunidad que Dios nos ha dado de disfrutar la belleza y la grandeza de su obra. El reconocimiento a nivel internacional de la obra de Miguel Muñoz, nos muestra que esta se solidifica como la expresión actual y pura del arte contemporáneo latinoamericano.  

MARIO CELY

Miguel Muñoz, explosión del color entre la abstracción y las referencias. Miguel Muñoz Martínez es un pintor que busca conjugar las referencias veladas icónicas con la abstracción dentro de un planteamiento cromático directo, formado por colores violentos contrastados, en línea con una composición ágil, dinámica, revolucionaria, que gira en torno a misma. Comienza y acaba, se inicia y termina partiendo de la abstracción para alcanzar las referencia; o va de las referencias, de las alusiones, a una cierta abstracción, fugaz, explicita y determinada, casi alegórica, pero, en realidad, presente en su total extensión. Destaca el color como núcleo aglutinador de la abstracción como visión de la composición generalizada. Pero si nos acercamos constatamos las referencias icónicas, la acidez de sus mensajes, su trivialidad, sentido del humor y su gracia innata. Lo abstracto da paso a las alusiones referenciales, casi fugaces, instantáneas, que juegan con el segundo preciso, con la formulación determinada de inquietudes que escuchan los cantos de quien se sabe catalizador del mestizaje cromático. En suma se percibe una complicada efervescencia en la que todo tiene su orden comenzando por la estructura de la materia. Es decir, que, aunque exhibe su obra fresca y desenvuelta en su producción artística, sobresale su determinación por obtener altas cotas de control, dentro de una estructuración. Su magia reside en hacer de lo mediatizado, instantáneo y de lo fugaz, constante. Es un dominador del espacio, en el sentido de pautar la composición, estructurando las zonas, cubriendo y nutriendo el soporte en líneas generales hasta los más recónditos lugares, para que nada quede al margen. En su obra todo se compensa en la gestualidad imperante, en la densidad del color, en la sutilidad de lo inusual. Miguel Muñoz Martínez realiza un repaso de los instantes precarios de la existencia hasta abordar la catarsis del propio mundo, en una suma de imágenes, entrelazadas pero independientes.

JOAN LUIS MONTANE

Crítico de Arte, miembro de las asociaciones: Asociación Catalana de Críticos de Arte, Asociación Madrileña de Críticos de Arte, Asociación Española de Críticos de Arte y de la asociación Internacional de Críticos de Arte

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